Revelando recuerdos.

Revelando recuerdos.

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jueves, 21 de junio de 2012

Mater de la sombra.

A menudo pienso
que no te gustaría ver
como las amapolas de mis uñas
horadan en tu recuerdo
para deshacer el funesto conjuro.
Aquel, de cuando el tiempo
no era el enemigo.
No te gustaría ver
estas febriles vigilias
desfloradas por el loco desmán
de un impío destino
que quizás no fuese para mí.
Ni para ti.
Que las negras flores de tu sepultura
acechan las primaveras
como un bosque de hayas
monopolizando el yermo terreno
de los soles maquillados;
y el claroscuro que asoma entre mis dedos
es impostura alucinatoria
de sombra chinesca que proyecta mi alma
sobre mi cuerpo.
Umbría que anda pidiendo a gritos
un paso adelante
que abra la grieta.

jueves, 7 de junio de 2012

Identidad.

Lo paradójico de la sociedad es que te sanciona si no tienes identificación y te agradece que no tengas identidad.


La media luz dominante
siempre se sale con la suya.
Me ha quitado el nombre.
Y ya se sabe,
las “sin nombre”
somos parias de una lúgubre casta
imperialista de guarismos.
Erráticas moribundas
esperando a los druidas
de las noches
que suman y restan identidades
así...
como quién ama.



sábado, 19 de mayo de 2012

Mater desolación.

Necesito, simplemente,un hijo que me sobreviva


y al que poder amar hasta el final.


Si me faltara,


¿qué haría yo con tanto amor


como me crece para él


cada mañana?



Begoña Abad..."Cómo aprender a volar".




A menudo se me olvida
que has muerto.
Abro tu armario con cautela.
Él respira pausado,
sigiloso,
pero respira.
Miro su esternón por si acaso
fuese una demencia mía,
(como lo hacia contigo en la cuna)
e insufla más aire en sus grietas.
Los vestidos hacen cabriolas
al compás del blues de Amy Winehouse:
“Lover never say goodbay”.
El beige con capucha
que compraste días antes de partir
contornea su cadera con Shakira.
Tus chaquetas de lana de vivos colores,
como la piel donde dormías
y el prefacio de tu sonrisa de amapolas,
forman un caleidoscopio sinfónico.
Los bolsos piden baile
a tus fulares invocando el mantra
de la diosa Ziva:
“On namah shivaya”,
reluciendo el plateado faro
de tu última cartera,
que contenía cinco euros
para tu paquete de Marlboro.
Saltan como palomas
a por su cáscara de pipas
entre la naftalina y el aroma
de tu perfume a azmicle y hierbabuena.
Se sienten cómodos y distendidos
en la fiesta del desconcierto,
sabiéndose únicos e irrepetibles.
Dueños de mis silencios,
cuando vespertina los arrullo entre mis pechos
mamando la desfloración del recuerdo
salado de mi retina.
Y esclavos de mi memoria, cuando
por un breve instante,
queriendo apartarlos
de mis cicatrices,
me desgarran con sus torpes desmanes
y abren sajaduras
prosaicas, allá dónde habitaban poetas.
Respiran y están más vivos que nunca.
Pero tú, hija…
¡has muerto!
¡Si supiese dónde has ido!
Si supiese dónde reposa tu pelo,
sin las gotas de aroma de lavanda que consagrabas
en la almohada, cuando los sueños entraban
por la rendija de nuestros azulados misterios.
¿Dónde estás? ¿En alguna galaxia más allá
de la estratosfera pendiendo de una estrella?
¿Tienes frío?
Tú, que siempre estabas helada,
no te llevaste ninguna chaqueta
de vivo color para esta odisea.
Con ella, quizás una noche de estas
te hubiese reconocido al otear el infinito.
La verde chaqueta sigue aquí,
en ese cuadriculado milagro de roble,
bailando con toda tu ropa
sin percatarse de tu ausencia.
¡Qué incomprensible ademán
de dislocados niños traviesos!
Nadie les molesta por la mañana
deshaciendo su somnolencia a golpe
de movimiento de percha,
ni por la noche batiendo alas de liquen
en el bosque de los pijamas.
Se han olvidado de su cometido
mostrando su lado más mimoso
en profana egolatría.
Se saben dueños absolutos
de mis lágrimas,
de mi desamparo
y de todo el amor que guardaba para ti.





jueves, 10 de mayo de 2012

Traficante de viandas

Para la vida,
soy un suculento manjar
que prepara con la celeridad
de quien ahoga sus zapatos
en almibar desmemoriado.
Dentro de mis cutículas
añade sal, con la certidumbre
de una temprana repoblación de nenúfares
de alevosía en mis muñones,
donde la parsimonia recomponga mis palmas
arañando la insipidez,
decapitando a la bestia de la séptima casa.
Adereza con vinagre mis torpes cicatrices,
para comprobar el punto exacto
donde se unen las líneas convergentes
y confabular el mapa de mis debilidades,
(coordenadas que impúdica atraviesa
en la ceremonia de mi confusión
para probar mi insulsa dermis).
Pone mis lágrimas a fuego lento
en un oxidado puchero,
para hacer con ellas un baño maría
y con el vapor
ablandar las efímeras horas
donde cierro las persianas de las sepulturas.
Me echa pimienta en el cielo del paladar,
para que mis palabras sean las justas
monosílabas y trémulas,
y mi lengua
no destile la fertilidad de las magnolias.
Estruja en un mortero mis laudes
con cadavéricas especias
y reseña en el obituario la compota de las noches.
Para la vida,
soy un suculento manjar;
me viene probando desde la cuna
cuando cuajaba la leche del alfabeto
en desérticos pechos.
Se ha comido toda la crujiente guarnición,
que me acompañaba en un cuenco llano
aderezado con madreselvas,
y se reserva el plato fuerte y hondo
con inusitada gula
y sed de añeja cata.

martes, 1 de mayo de 2012

Inversión de amor.


2 de mayo del 2012.
Hay veces,que pensamos que siendo madres, aleccionamos al recién llegado en los pasos por la senda de la vida. Pero la mayoría de veces, ellos son los que nos aleccionan a nosotras.
Yo, me siento orgullosa por haber tenido el privilegio de poder ser aleccionada en el camino de treinta años por mi hija Sara ,” mi princesa” la que me enseñó a amar sin condiciones. Sin ella, jamás hubiese conocido el verdadero AMOR.. Gracias hija, por aquel dos de mayo en que llegaste a mi vida. He sido una madre muy afortunada.




En algunas ocasiones,
se invierten papeles
con todos sus borrones
y cuentas nuevas,
y allá, donde debía modelar
el cosmos su cuerdo ciclo vital,
voltea el dédalo del vientre
alumbrando madres.
Nos revelan la travesía
de los fecundos campos;
y en su regazo, regresamos
de los infiernos.
Nos adoctrinan en la desnudez
de las caídas entre negras toallas
que jamás se tiran,
se enjuagan a mano en el arroyo del tesón
y secas, con olor a hierbabuena
renuevan nuestra frente en la sabiduría
del aprendizaje.
Nos enseñan a calibrar en sus diminutas manos
la longitud de lo básico,
y reconocemos en nuestros torpes
dedos, la artrosis que los deslució
en estirados sueños de estrellas,
perecederas e inalcanzables.
Con su olor a talco,
perfuman nuestra podredumbre
de axilas de ocho horas
esclavas de glorías, dueñas de penas.
Sicarios sin sueldo,
de amuletos de latón con dos caras
por los que matamos
y morimos.
Con las patadas de patucos
de ganchillos y lorzas en los muslos,
remueven nuestro culo pegado
al asiento del sistema,
para advertirnos, de cuando caen soles
y se levantan lunas.
Y que los árboles talados
retoñan millones de veces
plantados en suelos
fértiles y frescos, abonados
por el cáliz de la redención.
Hay veces, que se invierten
papeles, y se alumbran madres
en tardes de mayo revolucionarias
que nos amamantan con la leche
de lo primario.
Y nos enseñan, a amar
a dormir, a comer,
a leer con los ojos del alma.
A tragar lágrimas,
y escupir dogmas milenarios
en la mansedumbre de un námaste,
distribuyendo soledades.
Postergando las hojas del almanaque
que no han de caer...
nos enseñan a reconocer los tiempos,
a poner en orden la intuición
en el cajón de sastre de lo efímero.
A recoger
en una caja de papel de compasión
todas las flores del amor
que guardaban para el adiós.
Y partir...
Partir, con la misma dignidad
con la que nos enseñaron
a vivir.







lunes, 23 de abril de 2012

Mater celeste.


De "Duelo en metáforas"


Al principio todo era más sencillo.
Te imaginaba tendida
en una mullida nube con forma de caracola,
y entre sus algodones, sonreías,
satisfecha y lejana.
Observando como aquí abajo,
nada modificaba el rumbo
en los estuarios
de nuestras rutinas;
como una diosa,
degustando rebeldes y azulados
ramos de uvas.
Escupiendo las pepitas de tu sabiduría
en nuestras obtusas calvas
de meridianos planos.
Todo era más sencillo,
cuando eras nube; escogiendo caprichosa
el claroscuro de nuestros incendiarios
capiteles enlatados.
Más tarde...
el silencio se hizo sombra alargada
en costura cadavérica
deshilachando el minino ápice
de sosiego, en el cuarterón
de mi piel.
Y mis dogmas se hicieron viejos,
mis manos se hicieron viejas
mi rostro se hizo viejo
mis ojos se hicieron viejos.
y el cielo...
Un mezquino nubarrón
que no ha parado
de escupir piedras.

jueves, 19 de abril de 2012

Opaca



Yo sé, que tras estos cráteres


con precisión matemática


se halla la ecuación de la existencia.


La veo desde un papel de burbujas


que revientan con sus filtraciones


las luciérnagas.


Intuyo los profusos y timbrados


besos de los amantes,


y mis ojos se quiebran en el fuego.


Mis tiempos, piden sus panes


y se niegan


a aceptar este desaire en mis olvidados labios.


Las voces de las madres arrullando a sus hijos


horadan mis entretelas


a tal punto, que muero en las aceras


pisoteada como una hormiga


con las cáscaras de mis delirios a cuestas.


Las manos entrelazadas se hacen


nudos en mi garganta,


y los abrazos...


cordeles suicidas de mis carencias.

Mi estúpida manía de no ver más allá


mi estúpida manía, de no ver más acá.


Vivo, en el año primero


después de Sara,


en una gélida incubadora de calaveras


inoculando en vena el silencio.


Voy salpicando con mi desencanto


el vestido de primavera de la gran madre naturaleza


y tiro de él , para que me acoja en su regazo


perfumando con su sándalo los augurios.


Tengo miedo a toparme de bruces


conmigo misma


a la vuelta de cualquier esquina,


y construyo mi mundo a la medida


de una guerrilla sin cuartel.


La cara pintada con la tinta cósmica


de un pusilánime karma.


Y oculta, en mis amoratados pulmones,


una granada de mano a punto de reventar


cuando pase la vida




y quiera, alistarme en sus filas

lunes, 16 de abril de 2012

Sueños.


Duermo agazapada
como perro apaleado.
En posición fetal
para dar de lado
a tu recuerdo.


viernes, 13 de abril de 2012

La tarde.


Este silencio que grita,
hace de la tarde
piedra.


martes, 10 de abril de 2012

Ojos dignos.

El digno sufre. Pero su dignidad lo consuela.José Narosky.



Apareces ante mis pestañas
sin adornos,
cabizbaja, elocuente,
sin presentarte siquiera.
Como una adivinanza
taladras mi cerebro y tragas mis neuronas
púdica, y con cicatrices en las uñas.
Me hablas de tu mocedad entre atriles,
conmiseraciones y palabrerías.
Has olvidado los poemas que te abanderan,
las silabas de plástico en las bocas
que se llenan a tu costa,
las arenas a las que no consigues llegar
entre marismas libertarias.
Has olvidado el abolengo
( sabe más por rancio, que por abolengo)
de quien tu nombre alzaba en sus medallas.
La muerte, se hace papel en tus manos;
todo es voluble ante tu todopoderoso dominio.
Aquellas guerras que te hirieron
pero no consiguieron tu extinción,
las arengas apocalípticas
las variables chaquetas, hoy, de pana
mañana, de lana.
Te me has mostrado desnuda entre el turquesa
de una asustada mirada, chorreando soliloquios;
qué será,
qué pasará;
dónde ir si el jornal no llega desde
meses atrás.
Cómo calmar los llantos de los niños
cuando los panes negros anden solos
y pasen de largo su portal.
¡Qué hacemos ahora con el hambre!
Qué hacemos, cuando la noche cubra
las esperas y el alba traiga nuestras
cabezas en bandejas de plata.
Dime...
¡qué hacemos entonces
contigo
dignidad!




sábado, 7 de abril de 2012

La mirra.

‘Mujer he ahí a tu hijo’. ‘He ahí a tu Madre’ (Jn. 19,26-27).


Tu rostro es como el mio:
rígido y ojeroso
donde millones
de menguantes lunas sin poetas
copulan;
férreas y repujadas facciones
surcadas por el yugo
de la temprana soberanía de la mirra;
hierático y decrépito,
así se nos ha vuelto, hermana.
Como Marta y María vagamos
por el campo santo, absortas,
fantaseando en pernicioso credo.
Quizás al llegar a la tumba
donde reposa la sangre
que nos robó este estío
como la de Cristo...se halle desierta
y con paso firme
de ese funesto ataúd ella haya salido.
El único abeto que entre los cipreses
alardea de su porte
como adolescente,
entre vetustos compañeros del juego
de las tinieblas, oculta
sus ramas en los bolsillos
para fumar un pitillo.
Me mirás...te miro,
somos vísceras despedazadas,
encarnadas en mitades,
deambulando entre los pasillos
del manicomio del tiempo.
La contagiosa demencia
preña nuestro gorjeo
de palomas sin mensajes
escupiendo sobre el mármol
las impúdicas alas amputadas.
Murmuramos
como si ella nos oyese,
por si quedase algo que no le dijimos,
por si un indulto final
como al buen ladrón nos sacase
de la verde cruz y todo quedase
en un error de cálculo divino;
por si percibir el infinito frío
nos acercase más a la certeza
de saber que para siempre ha partido.
Con clemencia me miras,
con lacerante rictus de leona
sin su camada, te miro.
En tus pupilas pasea sin contemplaciones
el silencio de las dádivas inconclusas.
Balbuceas como en un suspiro...
Locas debemos estar para hablar a una foto,
los muertos no contestan
Los muertos no preguntan
los muertos no lloran
los muertos no hablan.
¿Qué me decías, hermana?
Siempre se me van los santos a los cielos.





miércoles, 4 de abril de 2012

El pensamiento.


Que nada nos pertenece
es materia bien certera.
No corresponde siquiera
esa esencia que se ofrece
en estirpe que estremece
al más curtido mortal.
Que en desenlace fatal
objeto son de disputas
los caudales que reclutas
del podrido vil metal.
Ni los retoños son nuestros.
Fiel estampa del linaje
llegando con el pasaje
heredad de los ancestros.
De los días nuestros centros,
tierna niñez en primicia
dispensada de malicia
donde avances contabas.
En la mocedad ya espiabas
esas pueriles pericias.
¿Y esos sueños que portamos
con la necedad de aquellos
que odan soles sin destellos?
Al gentío los donamos
cuando sordos los contamos.
Que nada nos pertenece
por más que a dioses se rece.
En amparo de los bienes
que obturándonos las sienes
el juicio nos adormece.
No son nuestras las parejas.
Cuando de ellas se hacen galas
amputando estás las alas,
y sin saberlo te alejas
del candado de esas rejas.
Ni hombre ni mujer te ladre
que para eso esta la madre.
Que bien solos nos lamemos
si no hallamos lo que ansiemos
del fotograma que encuadre.
Solo es nuestro, el pensamiento
nadie nunca nos despoja
del proverbio que se aloja
sustentando ese cimiento
del raciocinio en portento.
Nadie sabe que pensamos
mientras con gracejo hablamos.
Podré pensar lo que dicen
¡o que pronto finalicen!
sin que nunca lo sepamos.

sábado, 31 de marzo de 2012

El grano de centeno.

Quizás te suceda como a mí.
De repente
en la vespertina umbría de los graneros
emerge alguien embadurnado de dolor,
pidiendo el último grano
que guardabas para cuando las tupidas costuras
de las aflicciones,
obturasen las primaveras.
El último grano de tormento con medidas exactas,
dosificadas en balanzas, tasadas
en las premeditaciones de quien anda
con el corazón abierto.
Alguien ha gastado su saldo de dolor
y te pide ese último grano de centeno,
a cambio
de una ventana con vistas al universo
que despelleje tu ego de pez globo.
Anotas el cambalache en la libreta
donde se anota lo superfluo
con la evidencia de la certeza.
Quizás alguien acumule en sus bitácoras
más dolor que tú.
Quizás...
los ojos del ciego
los torpes excesos de los tullidos,
los gritos de los paralíticos
el hambre que se hace más hambre en los niños;
el alba impertinente y volátil de los drogadictos,
las ceñudas expresiones de los desahuciados
sean como las vidas de los gatos
y
sobrevivan a la hecatombe desdentada, siete veces.
Guardas el cuaderno junto a los cuchillos
que cortan el sufrimiento en finas lonchas
y olvidas...
Olvidas para volver a rebozar en la harina de tu mierda
el último grano de centeno.

martes, 27 de marzo de 2012

Conformismo.

Con que poco
tú y yo
nos conformamos.
Cuando el sol peina nuestros minutos
mutando el gélido trazado
con su cálida fragancia
de azahares elocuentes y concisos.
Cuando renace el cántico del viento
y sus púas de mundos nuevos
aposentan nuestros miedos.
Entonces…
tan sólo nos miramos.
Y cuando a la sombra nos ponemos,
creemos que nos amamos.

domingo, 25 de marzo de 2012

La claqueta.

No recuerdo vivir
ni un minuto dentro
de mi.
Cuando yo nací
me cortaron el cordón
umbilical con una claqueta
y desde entonces
soy actriz secundaria
de una película gore
a punto del the end.

viernes, 23 de marzo de 2012

Pájaros.



¡Si! lo intenté,
una y mil veces...
siete veces siete
¡yo lo intenté!
Lo intenté tantas veces
que no hay infinitos
para contarlas.
Intenté mantener
el equilibrio entre
cables de alta tensión
y mis ansías de volar.
¡Lo intenté!
sólo los hematomas
de mis pretéritos
saben cómo lo intenté.
Pero jamás conseguí tener
ni el alma,
ni la valentía
de los pájaros.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Mater amatísima.




“La maternidad es más fuerte que las leyes naturales” Bárbara Kingsolver

No se lavan en mis ojos
las palabras
de las madres amatísimas.
Se escabullen las silabas
cuando
vehemente aseveran
no concebir la brutal
amargura
de perder a un hijo
y
ruegan a dioses y diablos
que ellas jamás
conozcan el lacio hedor
de las sendas desdobladas.
Lo dicen con la convicción
inmune del sabio, que las pusilánimes
como yo
somos una raza paria en declive.
Que no cuadran las cuentas
en el ábaco de sus perfecciones,
que algo debió de malograrse
en mi engranaje de madre
para no proteger a mi hija
y la plaga del cielo
cayera sobre mi pescuezo
devorando toda la hierba
y el fruto del árbol perenne.
No se lavan en mis ojos
para no ver el reflejo
de mi parto en la retina,
para no toparse de bruces
con la levedad que nos iguala.
Para no alimentar

a golpe de despertador,
la certeza de saberse
en la cuerda floja
transitando las aceras
con un alma.
Mientras que yo
en mi bolso
siempre llevo dos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Muerte estival.

"Cayó el sol ,como el peso de un pecado mortal sobre el añico de lluvia que nos sustentaba ,y no supimos dónde estaba la gota ,hija mía"






La muerte no tiene vacaciones:
se presenta sudada y mugrosa
en pleno estío
con su mono de trabajo
y su libro de contable venida a menos.
No atiende los razonamientos
intentando explicarle que agosto
es mes de bicicletas
de higueras reventando soles,
de lascivias enlatadas
con pronta fecha de caducidad,
y profanaciones saladas en los huesos.
Que los hastíos
se lavan en los océanos
el salpullido de los inviernos
y juegan a las letras perdidas
hastío -estío-
siesta-fiesta-
Que los cuerpos reposan
sobre la augusta hierba
el umbrío y lascivo renacer
y
no desean ser despezados por las moscas.
Que cierran las cunas de las ciencias
y renacen amores en las camas vírgenes.
Que los niños gritan en los parques
llamando a los días por su nombre
y son correspondidos
con la brisa perenne en sus ojos de fábulas.
Que en agosto, echa el candado hasta el mismo Dios.
Pero ella se obstina
en proseguir con su papel
de sicario esquirol
y salda cuentas sin calcular
los tiempos, ni los años.

domingo, 18 de marzo de 2012

Ropa de cama.

Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama.



Charles Baudelaire.




Las sábanas son ciegas y desmemoriadas
no saben de junglas de madreselvas
escurriendo bultos
de hartazgos en otros tules.
No recuerdan el tacto de las manos de palomas
el contacto con los ojos yertos
la afonía de los cuentos azules sin oídos.
No saben
no pueden saber,
las vísceras que arropan
los credos que desnudan
los instintos difuminados en sus flores de lis
el sabor añejo de las carnes enrabietadas.
Se lavan ,con la pretensión de borrar
huellas insomnes de zambullidas hasta el cráneo
con tanto apresto ,que obturan codos
en tacto hospitalario de muñones oníricos,
carroñeros de sueños en la prepotencia del búho
dementes camisas sin fuerzas en la esquizofrenia
de la omnipotencia.
No saben
no pueden saber


de todas y cada una


de nuestras muertes


entre sus pliegues.





























sábado, 17 de marzo de 2012

El malecón.

Me he perdido por la senda
de tu regio semblante
de ciprés esbelto
solemne
como mañana de domingo.
La ecuación sin resolver
en las equis de tus ojos
han marcado cada sol que perdías
en tu entrecejo de jade.
Y el férreo dique que bloquea
tus lagrimas encubiertas
en las presas de tus ojeras,
solapan el clamor
de las manos yertas.
A punto está de quebrarse
el gélido malecón
inundando de cólera
cada punto de nuestra geografía
descomponiendo
tus retóricos argumentos
que impiden a los hombres llorar.
Pápa llora
Sara ha muerto ,papá llora.
Te tenia dicho que nuestro
patio no era particular



¡han robado nuestro tesoro!
Papá llora
Sara ha muerto



pápa llora.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Efecto Foehn

El viento cumple su función
soplando brioso sobre mi sombra
tanteando el moldeo de una mujer nueva,
barriendo recuerdos que me desnivelan
sopesando pesos en caridades revenidas
ululando sobre el tejado de mis bolsillos.
Percibo su zarandeo sobre mi coxis
formando una burbuja de minúsculos huracanes
que penetrando por las estrías de mis pechos
buscan salida en la gruta disparatada
del sotavento de mi piel de naranja.
Este efecto foehn de mi enajenado cuerpo
desnuda la compasión de mi hiel
y me hago brisa
flotando en el vomito como una caricia
de la tarde.

martes, 13 de marzo de 2012

De mis descuidos.


Esta penumbra
de código indescifrable
advierte de la acampada de otro ocaso
en las raíces de mi cama.
Ha caído otra noche de bruces
como un sol descabellado
impregnando de lascivia
el asfalto enmohecido.
Y de nuevo, he olvidado
que debería dejar
una huella de sutil coherencia
entre lo deseable
y lo tangible
en las suelas de mis zapatos.
Asciendo a la cúspide del sueño
con la boca llena de agónicas promesas
las manos vacías
y la mente maniatada por la tiniebla
de esos espectros
que se nutren de mis descuidos.

domingo, 11 de marzo de 2012

Levedad.



En ocasiones pienso que estoy
dando las primeras patadas
en el vientre de la tierra.
Y que recorreré mis pasos
con el aplomo de quien
ha encontrado
su trono en este reino de nadie.
Y en otras
que he caminado demasiado
mientras lavo mis heridas
en el liquido amniótico
de una bañera
solitaria y desalmada
y
que ya he llegado a la ruta trazada,
incienso, velas ,y sales de lavanda
que no logran disimular
mi olor a muerte
.





viernes, 9 de marzo de 2012

Renacimiento.


Tirar los tabiques
enmudeciendo en cada golpe
a caballo entre lo venidero
efímero interrogante de prisas
y
los lirios blancos de las sepulturas.
Tirar las tapias del renacimiento
y hacer del hambre un look
donde engullir las migajas
sin la atadura de lo oculto.

Yo soy.


Sé que no soy nadie
sé que nunca seré nada
también sé que todo
lo que no soy
es
aquello
que
me hace
SER.

jueves, 8 de marzo de 2012

Sombras ausentes.





Si abofeteasen mi sombra
en esta aciaga tarde
de tumba sacra
donde se abriga el sigilo,
en sus palmas quedarían
aferradas
hojas del árbol de tu ausencia
que titilando cayeron
en las breves y difusas
estrías del tiempo.
Y el quebranto seria más profundo
que si abofeteasen
la obtusa capa de cera
que recubre mi semblante.
O estos ocasos de vacantes
convidados de piedra
plagados de abejas
sin su reina
que tamizan mi decrépito corazón.

lunes, 5 de marzo de 2012

Maremoto.



Deben fructificar
los escasos tiempos
de aridez salina
en los surcos de mis labios,
y
apurar segundos
labrando injertos de alientos
antes de la embestida
del nuevo oleaje.

sábado, 3 de marzo de 2012

A la edad de los hombres ( soneto)




Por todos es sabido de los romances y sonetos burlescos de Quevedo(ahora se llamaría "tono graciosillo".Mi humilde réplica a su soneto "A la edad de las mujeres"
A LA EDAD DE LAS MUJERES

De quince a veinte es niña; buena moza
de veinte a veinticinco, y por la cuenta
gentil mujer de veinticinco a treinta.
¡Dichoso aquel que en tal edad la goza!

De treinta a treinta y cinco no alboroza;
mas puédese comer con sal pimienta;
pero de treinta y cinco hasta cuarenta
anda en vísperas ya de una coroza.

A los cuarenta y cinco es bachillera,
ganguea, pide y juega del vocablo;
cumplidos los cincuenta, da en santera,

y a los cincuenta y cinco echa el retablo.
Niña, moza, mujer, vieja, hechicera,
bruja y santera, se la lleva el diablo.

Ahora el mío..

A LA EDAD DE LOS HOMBRES.

De veinte a veinticinco querubines
con cetros destellando por bandera,
venturosa será mujer primera
que goce del camastro en sus maitines.

¿De treinta? Belicosos con florines
escarnio en corazón que conociera
y maltrecha materia lisonjera
en lividez suprema de festines.

Pasando los cuarenta no los mojes,
en prominente panza ya acechando
ni en matinal lascivia los enojes;

posible es que mejillas tú sonrojes
y de pascuas a ramos entonando
darán cordel a estáticos relojes.

¿Sesenta? a sima arrojes.
maduro , pueril ,ángel o demonio
no tomes a ninguno en matrimonio.

jueves, 1 de marzo de 2012

No pises a Penía.


Corren por la calle
pero no van a ninguna parte
ya todos los caminos
han sido escudriñados
por el preludio de sus ojeras.
Sortean los cadáveres
presos en las calzadas
como se sortea la bonoloto,
y rompen esquemas
que otra cosa para romper
ya no queda.
No mires al suelo
puedes pisar a Penía
o el atributo de algún buen ciudadano
que con su mala lengua
caliente tus manolos Blahnik
No mires al suelo
agonizando están
las vísceras de algún seboso
envueltas en chinches
ensuciando los smartphone.
Mira al frente, con la cara al sol
que el último modelo de ray ban
es lo más parecido a un escudo
contra los que no son
de tu soberana condición.
No mires al suelo...
hay millones
de enanos pedigüeños ensuciando
los adoquines que tus bolsillos
jamás han costeado.
Es mejor mirar a los escaparates
ellos nunca engañan
son como dicen que son,
diáfanos y luminosos.
Un arma de fuego
donde no importa morir
sobre su paredón.

lunes, 27 de febrero de 2012

Mater Deméter.


22 de septiembre de 2011.

No sé si sabes
que cada día
escarbo entre la cal de los tabiques
y no es fácil,
se quedan briznas de sueños entre las uñas
y no se borran ni con salfumán
decolorando madrugadas a destajo.

¡Sí! escarbo como un topo
con una mochila
donde voy acuñando muestras
de aquellos fragmentos de nuestra historia
que te perdiste.
Posiblemente
ni te interesen estos hallazgos
que oculto en los huecos de las baldosas
cuando va agonizando el día
como un usurero de impías cábalas.

Algunos de estos tesoros
cuando los toco
tienen aguijones en sus extremos
y pinchan tanto, que he de soltarlos
aspirando ,espirando
como cuando se alumbra.

Suelen ser riquezas de la otra vida que tuvimos:
cuando el trivial era el único foco
de preguntas sin respuestas
cuando las películas eran espejo
desde donde mirarnos los tres
lozanos por siempre
como el retrato de Dorian Grey,
y las fotos en sepia
el exorcismo
para reposar pasados.

Una noche penetré hasta las mismas entrañas
de las alquimias
apartando la húmeda tierra con mi útero
y hallé las claves ocultas de tus silencios.
Era un secreto a voces, que cantaban las ratas
desde sus madrigueras con jocosos ademanes
y
esos dientecillos de macabras ablaciones.

¡Que treinta años no es nada,que perdí la mirada
errante en la sombra!

Es posible...
que de nuevo el lenguaje del mutismo
sea tu blasón para esconderte
en tu tela de araña,
a tejer los siete pecados capitales.
De todos modos
es mi deber hacerte saber
de este hallazgo, tras treinta años oculto
en los pilares sin alas de esta casa,
pues forma parte de nuestros bienes gananciales.

Es posible que desees saber:
que la lavadora funciona sin tu presencia,
que ninguno de los gatos ha muerto de inanición
que los armarios que no cerraban ,ahora cierran
que quizás algún día de estos vuelva a conducir
pues se me ha quitado aquel miedo irracional
inoculado en las lindes de tu asfalto.
!Estúpido pánico a que meara en tu carrocería!
marcando mi territorio.
Que no ha explotado la caldera del gas
y hasta ordeno los recibos, casi con la misma
obsesión,con la que los ordenabas tú.

Es posible que desees saber
que nuestra hija duerme el sueño eterno.
Se perdió entre las tuberías de tus escurridizos olvidos
memoria sin mestizaje de tu impiedad.
Y por ello
cuando va agonizando el día
voy a tientas para no despertar
a los ratones rapsodas
recogiendo los retales de sueños
para alinearlos
por orden alfabético
repartirlos en mitades
y que tengas tu parte de recuerdos.

Firmaremos ante un imparcial juez
que según comentan por ahí
es implacable con los desmemoriados
deshaciendo pedestales
a golpe
de paso purificador.

Y tras la firma, apártalos de tu inexistencia
si así lo deseas
pero llévate tu parte,
así como te llevaste
toda mi juventud
desde la perilla de Franz Zappa
a tu maldita sinfonía
en doble bemol.

sábado, 25 de febrero de 2012

Mater tierra.


Espero
siempre espero
en medio de esta mansedumbre de taras
callada ,inerte
espero...
y riego la hojarasca del invierno
esperando
siempre esperando
que despierte
la madre
tierra.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hojas.


Están cayendo hojas
del árbol desraizado
de mi decrépito corazón.
Quizás sean aquellas
que atesoraba para cuando
las margaritas deshojadas
en los páramos de la indolencia
dijesen su último no.

jueves, 23 de febrero de 2012

La cirenea.


"Al salir ,encontrarón a un hombre de Cirene,llamado Simón,lo forzaron a llevar su cruz" (Mateo 27,32) 2 de octubre de 2011

Hay días en los que la rabia es más fuerte que el amor.

Te he visto
¡claro qué te había visto!
no es que se halla ido
ningún santo al cielo.
Difícil es no verte
pues como yo
llevas adosadas las entrañas
escurriendo sobre tu cuello
la linfa yerta en forma de medalla.
Venías cojeando con tu cruz
de diez puntales a cuestas,
y tu empapado pañuelo
hecho un ovillo entre tus manos.
Te he visto,
hasta de espaldas
intuyo tu mística presencia
emanando el perfume
de haya calcinada y musgo...
el mismo que utilizo yo.
Si, reconozco qué te he visto,
es difícil no verte, pues ambas
somos dueñas
del mismo código de utopías inconclusas
en los bolsillos de las encomiendas.
Hoy no me he parado
para ayudarte a cargar con tu cruz
hasta el monte de tu pasillo.
Me tienes algo cansada
ensalzando la benevolencia de tu hija.
Que si era un ángel
que si pronto hará un año
que te duele el alma
que ella ya está con Dios.
Lo sé vecina ,lo sé
pero hoy no tengo el día
para portar en mis hombros dos cruces.
Con las babas de mi cólera resbala
la puñetera madera
y no consigo subir ni una ,ni otra.
Sí es verdad que piensas
a ojos ciegas
que tu hija está con Dios
que la ama como sólo un padre
puede amar a su hija
si tú también eres hija de Dios
hoy...
salváte a ti misma.

martes, 21 de febrero de 2012

Primavera valenciana.


La primavera no florece
en esquejes recién cortados
de los estambres del saber.
Ya recogimos en nuestros inviernos
todas las azucenas marchitas
por las calamidades
de las siete plagas.
Ahora
estas nuevas margaritas
no merecen renacer
en tierras que saben al polen
de una bastarda repoblación.

Sangre perpetua.


No es que siga mi introspección ,está sucediendo ahora ,en el año 2012 en un ¿Estado de derecho?.

Aunque vengan degollando
y la noche los traiga
con las armas afiladas
y la sangre recién parida
chorreando
en sus escudos.
Aunque vengan degollando,
nos sobran cabezas
aunque la noche los traiga
nos sobran soles;
nos sobran lunas para comer naranjas
cuando doblen las campanas.
Puños para alzar
palabras
horas
fríos
toda una vida nos sobra
para machacar
la ira de los
descabezados.

lunes, 20 de febrero de 2012

La piedra.


Yo no soy de piedra
a pesar de que pueda parecerlo.
¡Sí! llevo verdes algas en los zapatos
y soy tan hierática como ellas.
Incluso
como ellas
me lanzo sobre mi propio tejado.
Pero
yo no formo parte del todo
entre la chorreante magma emergiendo.
No hay roca que sostenga mis costillas
y cuando el fango de la contrariedad
erosiona,
me tiran
y esconden
la mano.

Salmo responsorial.


"Un hombre de Estado ,es aquel que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes ,y la otra mitad ,ayudando a sus amigos a no cumplirlas"
Noel Clarasó

Ya sólo somos semillas
que otros muelen
con sus sonrisas de esfinge
postulando porciones de mundana gloria.
Tala los pistilos de mis años
labrados en los surcos
de mis yertas manos,
y prende el último pétalo de mi rosa
en tu camisa almidonada
por el légamo de las fosas sin nombre.

Y mientras mordemos otra cifra
en las filas de la antesala al limbo,
se nutren los vocablos
con las vísceras de la memoria inacabada.

Tala
muele
escupe
prende,
pero no me prives de mi númerica condición
pues otorgando me fue ese beneficio
cuando fui llamado a la corte
del errático.

No me prives de la mugrienta complacencia
de coleccionar ceros a la izquierda
al sol del mediodía en los parques.
A fin de cuentas,
hasta los dioses tiene su número en los salmos.

Tú...
también eres un guarismo
cuando entonan las sombras tu nombre.
A mi me fue otorgado el salmo
cincuenta y uno del miserere
Y a tí...
el número dieciséis
de las cartas de Lucas a los fariseos.

domingo, 19 de febrero de 2012

Al pasar la barca..


No debemos dejar que el viento de la impiedad
Derroque una atalaya de inocencia...
Jackselins Arteaga

Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero
yo no soy bonita
ni lo quiero ser,
tome usted los cuartos
y a pasarlo bien.
Tan sólo un trabajo
yo quiero tener.

Tú tendrás trabajo
me dijo el barquero,
las niñas bonitas
ganan más dinero.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
las niñas bonitas
se echan a perder,
usted a una fábrica
me iba a mí a traer.

Tú eres muy bonita
me dijo el barquero
que si estás conmigo
ganas más dinero.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
regresar a Calí
yo quiero otra vez.

Deja ya los cuentos
me dijo el barquero
las niñas bonitas
ganan más dinero.
Haz lo que yo diga
curra con esmero,
o a hostia limpia
tú has de aprender
que soy tu barquero
y has de obedecer.

Adaptación de la canción infantil "Al pasar la barca" contra cualquier abuso y explotación sexual de niñ@s y adolescentes.

Incredulidad.


Si vas a meter los dedos
en mi llaga
¡ten cuidado!
es tan profunda
que puedes caer en el foso de la incredulidad,
y como Santo Tomas
no reconocerme
cuando un día de estos sonría.
Y así
horades una y otra vez
dentro de mí
inoculando el veneno
de mis silencios.


viernes, 17 de febrero de 2012

Lavado de manos.


El milagro del ateísmo eclosiona
en las huesudas
manos de los curas,
tan escandalosamente pulcras
tan blancas
con esos dedos,
acusadores y apocalípticos.
Friccionando a cada momento
con el ahínco de quien oculta
su mirada tras la agitación.
Quizás sea, un gélido ademán
un siniestro ritual
o el legado de pilatos.
O tal vez
entre el jabón
se halle inscrita la premura
de un lavado de conciencia.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Esfinter.


Con este poema concluyo esta especie de introspección de catorce poemas.La rabia tras una muerte es algo natural ,se entremezclan sentimientos a cada minuto,pero el dominante es la rabia y ese eterno ¿Por qué? que atenaza mi corazón.Naturalmente que el final de este poema , nace de una desmesurada rabia y pido disculpas.Pero la poesía ha de ser clara en los sentimientos.
No acaba mi dolor...lo llevaré de por vida,lo mejor que pueda o sepa,pues es tremendo comprender como en mi camino por mucho que intentes hacer las cosas lo mejor que sabés o puedes ,las fauces de la vida sean tan injustas conmigo y se traguen todos mis sueños ,y sobre todo los sueños de quien más amaba...Sara.


Me titilan hasta los huesos
cada vez que te pienso
con tu rubio pelo
y tu boca tan de estaño.
Despedazo mariposas de estramonio
escondidas en los platos
donde no volveremos a comer
tú y yo,antes de las seis,
y te siento
sentada frente a mi, con tu risa
entrecortada.

Qué cayó el sol
como el peso de un pecado mortal
sobre ese añico de lluvia
que nos sustentaba,
y no acertamos a vislumbrar
dónde estaba la gota.

Tu foto con las dos velas,
el ángel que sujeta la rosa
la rosa que sujeta la foto
!es todo tan tétrico hija!
que ni una tardía misericordia
sustenta las lenguas de este silencio.
Y el puño apoyado en tus facciones,
ese puño que combatió hasta
hasta el agotamiento
por tener su moneda de plata
halla donde se venden
retales de disparatados instantes.

Era tan bello tu rostro,
que se podría vivir siete veces siete
perdida en él.

Quisiera romper las aguas
de ese maldito río
que nos separa
para que nazcas de nuevo.
Pero mis ovarios ya son cáscaras
amputadas en el vagón de cola
de un siniestro andén
donde hacen escala
los ángeles caídos.

Pérfido y colérico...
así es mi camino, princesa.
Con la exasperación adosada
a mi estomago
escupiendo el esfinter de los verbos
en las sempiternas fauces
de otras madres sosteniendo a sus hijos.

No me miréis con la complacencia
del cireneo,
pues con esta cruz
no corona nadie el gólgota de los años.

Me consta que acampar en mi piel
es una rifa a la que nadie apostaría.
Por ello
no quiero dúctiles verónicas
con millones de alfileres en su pañuelo.
Miradme como se mira al diablo,
con respeto y turbación.
A fin de cuentas..quizás sea
una absurda replica de Saturno
devorando a vuestros hijos.

Viniste al mundo
recubierta del meconio
de mis aguas.
Engullo el río y sus cloacas
para llegar hasta la losa
que recubre los ovarios
que no tengo
y gritar al mundo entero.
!Joderos que más tarde
o más temprano entre lápidas
nos veremos.

lunes, 13 de febrero de 2012

Fusión.


18 de agosto de 2011 ,diez y cuarto de la mañana.Gracias a mi hermana por estar conmigo en ese cruento momento.Algo perpetuo nos une para siempre.

Mis arrugadas manos,
eran faros para guiarte
hacia el destello
que llenaría mis minutos
de una canallesca oscuridad.

De mi boca manaban
rosas de besos y nanas.
!Tantos cielos arrullé
vomitando el absurdo
crepitar del tiempo!

!Duerme mi niña!

Y en mi espalda
la mochila de madre,
cargada de soles sin estrenar,
preparada para explosionar
ante la demencia
de la temprana visita.

Nos fusionamos en una sola
aquella mañana de pestañas
agostadas.

Una mujer de mediana edad
copulando con la muerte
tuteándola sin tapujos,
engalanada de hierbabuena
para ella,
preparada para el mórbido
festival del desguace de los años.

Nos fusionamos en una sola
y tus manos se marchitaron con las mías,
pues el cosmos
cuando urde su macabro plan
no reconoce los pechos de madre
ni la hemorragia de los pasos no dados.

Una de las dos partió
con dos almas en sus brazos.
No sabría decirte hija mía.
cual de las dos ha sido.

sábado, 11 de febrero de 2012

Branquias en la almohada.


Mis noches son de lechuzas
crujiendo muebles
en los vértices del escalofrío.
Larvando minutos como espadas
entre las tuberías que chirrían
como un cerdo en la matanza.

Respiro por branquias
y doy cuerda a irrisorios relojes
donde millares de demonios
acicalan su tridente en la punta de mi lengua
donde germina el verbo
renacer....
en todas sus conjugaciones.

Y cuando el primer rayo
asoma al quicio de mis delirios
mi anquilosado cuerpo se queda sin nombre,
y mis recuerdos son arrojados al viento
como una moneda con miles de cruces
y ni una sola cara.

Y no acierto a recordar
donde dejé las piernas para incorporarme.
Ya, apenas tengo memoria,
tengo casa, pero nadie enciende la lumbre
de un hogar,
nadie a quien arropar
ninguna cima que coronar
ni grutas de deseos inconfesables.

Eso, sólo pasa en otras hogares
en otros cuerpos
en otras fuentes
en otras madres.

Me da las buenas noches
una lampara de techo
con la que hago muy buenas migas.
Yo, cuento sus hojas
esculpidas en las tulipas como pecas picaronas
y ella... se deja querer.

Me alimento de las sobras del manjar
de una suculenta supervivencia
que guardo en el congelador de las rentas
de un precoz olvido.

Rabiosa perra
mordiendo las manos que me dan de comer,
ladro y escupo las babas por los callejones
sin salida que frecuento.
Me lamo sola las purulentas heridas
con la sangre de mi cordón umbilical,
que todavía caliente ,es lo más parecido
a un abrazo.

Alguien,
más enérgico que la propia vida
zarandeó estas paredes
y desde entonces
asoman bufones desde lo insondable de las vigas
y de mi soledad,
se van mofando con sus cascabeles rosas.

Cada noche sudo lustros sobre la almohada
en decúbito supino
por si acaso
en medio de tanta oscuridad
la suerte se me presente de cara.

Mis sueños son negras palomas
defecando sobre mi cara los panes sin digerir.
Sirenas de ambulancias tocan para mi
su mortal sinfonía en sol menor.

Invoco los infiernos
para vivir .
¿Y...
me ruegas
qué sea la misma de antes?

Cuando ha pasado una dama
disfrazada de nodriza
con inmaculada bata de hospital,
y besas por última vez
la congelada mejilla que nació de tu entraña,
tan sólo aciertas
a respirar como un pez
ahogándote poco a poco
en la pecera de las preguntas.

Y jamás
jamás
vuelves a ser como antes.

jueves, 9 de febrero de 2012

Las hijas de la vida.


Vuestros hijos no son vuestros hijos: son los hijos y las hijas de las ansias de vida que siente la misma vida. Khalil Gibran

Contemplarse en los ojos del hijo
y reconocer en ellos
que nunca seremos de su tamaño,
que la vara de medir el pánico
se ha detenido en nuestras costillas
y nos impide vislumbrar
la identidad que perdimos.

Hablar por la boca del hijo
y ceder al viento que enjuaga la palabra
la evidencia de la inmortalidad
en las mismas voces
con las que nos hablaron
nuestros padres.

!Y... mira que prometimos
por los dioses
en los que no creemos
no hacerlo nunca!

Besar al hijo y como en un fotograma
plasmar en su mejilla el perdido gen
donde se hallaba el génesis
de nuestro primer sueño.
Y perseguirlo
por el oscuro callejón donde ladra el perro
de la imposición.

Amar al hijo pensando
que sólo él nos salvará
de nuestra tediosa existencia,
y creer que amamos con la resistencia
de un porteador de abolengos.

Ponerle la tirita en la rodilla
!no dejes nunca de correr!
mientras en nuestras nucas se pudren
las apáticas semillas
diseminadas solemnes en el sofá.

Estrechar al hijo entre nuestros brazos
para liberarle de los demonios que le acosan
y esperar con parsimonia
que nunca de nosotros se aleje,
sin su presencia
debemos enfrentarnos a los nuestros.
Y eso
escuece.

lunes, 6 de febrero de 2012

Líneas vírgenes.


Contra los deshaucios.

Hay líneas vírgenes
que jamás deberían
profanarse.

Tendederos como cordones umbilicales
donde se unen las sílabas
cimentando palabras
enlatadas en batas del colegio.

O las luces del primer escarceo
machacadas con jabón de lagarto
en la austeridad de lo immortal.
Danzan y retozan
en las desconchadas paredes
del patio, formando un todo
ancestral y diáfano
como un ballet de Tchaikovsky.

Hay líneas de escayola
con vida propia
educadas ,nos dan las buenas noches,
jocosas,nos abren de cuajo
las puertas de otro día desparramado.

Se las ama...
tanto como se las aborrece
pues son arterias
donde nos reconocemos
respirando.

Hay líneas de baldosas
manteniendo soliloquios
a golpes de tacón,
o dialogando
entre la confortable sordera
de las zapatillas de casa.

Hay líneas que conocen
todos y cada uno
de esos negros panes atravesados,
cada lacra ,cada respuesta,
cada interminable mansedumbre.

Impecables encefalogramas
que jamás deberían ser violados.
Hay cuadriculadas osadías
traspasando líneas de evocaciones
exclusivas
de la muerte.

viernes, 3 de febrero de 2012

Extenderse.


Extenderse
hacia el pecho en flor,
y saberse respirando
en otras magnolias.
No las de siempre
resecas, sin lustre,
carcomidas por una tardía
conmiseración.
Otras nuevas e indómitas,
a juego con el vestido
de colonizar alimañas
que nos pusimos.
Extenderse...
abrirse en canal
para saberse protegida
de la supremacía del viejo
desdentado
que se nutre hasta el hartazgo
de sueños inconclusos.
Ese irracional y lisonjero anciano
que trajeado de indefenso
va llegando minuto a minuto
hasta la linea trazada.

jueves, 2 de febrero de 2012

Tu sabor.


Todo sabia, así como sabe
lo clandestino.
A canto de protesta
a la última cena del condenado
a cónclave de mariposas
al murmullo de sordas caracolas,
a meretriz con alianza.
Todo sabía a infinito
como saben los pecados,
como sabe un chicle
guardado en el velo del paladar
que mientras se deshace
poco a poco
nos hace mascar más vida.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Se llamaba Sara.


!Ha sido una niña!¿Cómo la vas a llamar? me preguntó la enfermera ...yo también era una niña, sola y asustada. Sara ,se llamará Sara, se llamaba Sara,eternamente mi princesa.

2 de mayo de 1981,
Siete y cuarenta y cinco de la tarde.

Hay aguas
que cuando
se rompen para dar a luz
claman a gritos
un flotador al que asirse.
Yo las rompí
anegando las doctrinas
que me hablaban
de no mojarse.
y un cortocircuito de dicha contenida
me reventó.

martes, 31 de enero de 2012

El rio en mi vientre.


No todas las orillas
llevan a tu río.

Ahora mis magulladas piernas
se doblegan inertes
ante le vehemencia
de aquello que se me ofrece.

Ya no me reclino
ni para orar mis temores
ni venero sobre la sombra
de tu espalda
los tules de la desdicha.

No soy guijarro
que sólo lava tu palabra,
ni esos helechos que titilan
cuando la gota de un sudor frío
los rocía.
Ahora,la corriente
que me ahogaba
es un vasto y fértil meandro,
un reposado edén reinventado
allá
donde los sauces
dejan de llorar.

Me confundo
entre sus cristalinas aguas,
-cálido liquido amniótico
que me arropa-
No temo al ruido de los pájaros
cuando abren las compuertas
y con sus obtusos picos
nublan las miradas.

Pertenezco a ese viento
que tus cortas y torpes alas
jamás cortarán.

Ya...a nada ni nadie temo
pues todas mis lágrimas
mutaron en este gran río
que ahora atravieso
con el ímpetu
de quien nace por vez primera
y muere por última vez.

Puedes salir de mi vida
por la puerta de atrás
que
por la puerta delantera
yo me llevo
toda tu vida dentro.

lunes, 30 de enero de 2012

La redonda vida.


No se paró il mondo
ni ante la desmesura
de mi pasión,
ni ante mis desacatos
instando a detener
el anacrónico tic tac
que auguraba el adiós.

El cándido compás
del tiempo enlatado,
trazó con las yemas
del ayer
el vuelo en rasante
de una gaviota
con alas de fresa.

La vida se volvió
circular
como un peregrino sol
sin la madriguera
de los nubarrones.

Circulares vinilos
donde las damas aseguran
que es oro todo lo que reluce
y compran escaleras al cielo.

Ladrillos en el muro
escudriñando a la luna
en su séptima casa.
Circulares ruletas de números
rasgando las puertas
de las voces.

Circulares las gafas
de janis y lennon,
circulares planetas
que como en una conspiración
se alineaban
enviando las lineas rectas
al cubo de los desechos
donde fenecen
las obsoletas doctrinas.

Mi recién parido vientre
también mutó en circular,
albergando un pedazo
de ese nuevo y redondo paraíso.
Ese corro de la patata
donde jamás
comeríamos
donde comen los señores.