Charles Baudelaire.
Las sábanas son ciegas y desmemoriadas
no saben de junglas de madreselvas
escurriendo bultos
de hartazgos en otros tules.
No recuerdan el tacto de las manos de palomas
el contacto con los ojos yertos
la afonía de los cuentos azules sin oídos.
No saben
no pueden saber,
las vísceras que arropan
los credos que desnudan
los instintos difuminados en sus flores de lis
el sabor añejo de las carnes enrabietadas.
Se lavan ,con la pretensión de borrar
huellas insomnes de zambullidas hasta el cráneo
con tanto apresto ,que obturan codos
en tacto hospitalario de muñones oníricos,
carroñeros de sueños en la prepotencia del búho
dementes camisas sin fuerzas en la esquizofrenia
de la omnipotencia.
No saben
no pueden saber
no saben de junglas de madreselvas
escurriendo bultos
de hartazgos en otros tules.
No recuerdan el tacto de las manos de palomas
el contacto con los ojos yertos
la afonía de los cuentos azules sin oídos.
No saben
no pueden saber,
las vísceras que arropan
los credos que desnudan
los instintos difuminados en sus flores de lis
el sabor añejo de las carnes enrabietadas.
Se lavan ,con la pretensión de borrar
huellas insomnes de zambullidas hasta el cráneo
con tanto apresto ,que obturan codos
en tacto hospitalario de muñones oníricos,
carroñeros de sueños en la prepotencia del búho
dementes camisas sin fuerzas en la esquizofrenia
de la omnipotencia.
No saben
no pueden saber
de todas y cada una
de nuestras muertes
entre sus pliegues.
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