El girasol me habita inocente criatura ,cuya cara de pétalos sigue sin saber un sol oscuro, mancha gangrenada en el cielo. Françoise Roy.
Revelando recuerdos.
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martes, 17 de noviembre de 2009
Yo que tanto tenía.
Yo que tenia
el don de profecía
y la codicia del destino
arañando desaires.
Yo que pasaba de todo
deshilando el mundo en un segundo,
hilvanándolo en dos vidas.
Me bañaba en las fontanas del mal
adorando los infiernos y sus ascuas.
Yo que tenia
el don de la palabra
y el de lenguas exhaustas,
y mi entraña era fiel cobijo
de mariposas exiliadas.
Yo que tanto tenía.
Ahora sólo tengo...
Un nudo en la garganta
un pase para la última fila
de muchos ruidos y muchas nueces,
y una ficha
para el carrusel
de coetáneos tíos muertos.
Y las mariposas que atesoraba
en mi estomago
alborotaron tanto
(sin motivo)
que mutaron en ulceraciones.
Y de pasar de todo
he pasado...
A pasar por todo.
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Buen poema, Pilar, seguiré curioseando por tu Blog, que parece que tiene buena pinta.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchisimas gracias José Antonio ,por dejar tu comentario en mi solitario blog.
ResponderEliminarGracias de corazón amigo.
Un saludo cordial.