Tú nunca llegarás a saberlo.
Tú nunca llegarás a saber que soy de fuego y viento.
Y que un día de mayo ,
cuando la tarde caía, abrí mis entrañas a la primavera
y me veneró el llanto del sauce en la cúspide donde anidan los mas fieros desgarros.
cuando la tarde caía, abrí mis entrañas a la primavera
y me veneró el llanto del sauce en la cúspide donde anidan los mas fieros desgarros.
Melodías celestiales
rechinaron en mis dientes entumecidos
en desamparo del vientre desgarrado.
rechinaron en mis dientes entumecidos
en desamparo del vientre desgarrado.
Y el mismo Dios despertó de su letargo embriagando mi cordón umbilical con su milenaria legaña.
Los ángeles caídos ,
se rindieron a mis pies ante la supremacía del instante,
se rindieron a mis pies ante la supremacía del instante,
ese instante conciso y singular en la levedad del tiempo;
donde fui...
Sólo madre y ...madre sola.
Tú nunca llegarás a saber que cual guardián de Israel
no duerme ni reposa mi alma,
ni cuando el ocaso peina mi embozo en un suspiro de sombría incertidumbre,
ni al ungir la aurora sus brazos en mi pecho
arrullando la cumbre de mis pezones con su mágica estela.
Y socavan latidos placentarios los puntos cardinales de la geografía de mis días y las coordenadas de mis noches.
Y desde ese día.
cuando la tarde moría.
cuando la tarde moría.
El cosmos se alió en mis constelaciones atando mis presentimientos al infinito.
Y fui oasis abierto al ocaso.
reposo del exiliado en tiempos belicosos
cobijo en tardes lluviosas
cobijo en tardes lluviosas
y sonata de fieras decepciones.
Tú nunca lo llegarás a saber
Pero si puedes entenderlo.
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